Saturday, July 19, 2008

libro amarillo

Día de frío en las manos y sol entrando por el ventanal de la terraza.
La gata dormía en su regazo mientras leía, y llegando al final, unas fábulas de lo más divertidas.
El rojo y verde de una flor dentro de un vasito de vidrio le daba el color que la habitación necesitaba entre tanto blanco incandescente que parecía atravesar materia y antimateria. La habitación, si la vieran como yo, tampoco dejarían de pensar que es un lugar para estar y estar. Leyendo un libro tirados en un sillón, un libro amarilo como éste que ella leía.

Alguien dijo que a los libros no se los oye, pero si pensamos el hecho que solo este hombre y este libro interactúan en esta habitación (como uno se mete en el otro hasta el punto de identificarse y ser uno) yo diría que la última línea se reía a carcajadas (porque el libro tambien tiene derecho a identificarse con el lector, no?). Bueno. En la situación había un señor con cara de bigotes que se creía muy a gusto en su casa de papel acompañado de letrita tras letrita tras espacio tras punto, coma y de vez en cuando algunos corchetes también. Nunca se le hubiera ocurrido salir a explorar otros mundos e ir cambiando de juegos en juegos, o ir a la plaza alguna que otra vez a ver a los amigos, o invitarlos al librito a tomar la leche. Bue..., o un café también porque los hombres grandes toman eso ¿no? Si. Pero este es un hombre chiquito si vive en ese lugar. Aparte, si quiere, ¿Por qué no podría tomar la leche también, no? Pero si bien todo era lindo o confortable para aquél señor, claramente no lo es para un niño cualquiera que disfruta de festejar su cumple en el pelotero, por ejemplo.

Fue así que un timbre sonó como chicharra, sacándola del libro amarillo.

Wednesday, July 02, 2008

Compañeros de viaje

En nuestros viajes siempre habremos de encontrarnos con acompañantes que nos harán vivir todo tipo de sensaciones nuevas. Por más que no volvamos a verlos, siempre habrá algo que nos recordará esa lección que hemos aprendido como una zona en el corazón que se ha prendido cálidamente para abrigarnos con su luz...